Tengo, necesariamente, que pedir disculpas a los que no he podido contestar
los mensajes que he recibido durante los casi dos meses de mi ausencia frente
a la CP.
Me ha ocurrido algo ridículo y casi trágico. Me caí de la cama y me partí un hueso de la rabadilla cuyo nombre he olvidado. Me operaron en el Jackson (Dr. Vilella). pasé al Mercy para la recuperacion física, (Dr. Peppard). Y luego pasé unos dias mas en el Riviera. Estoy caminando, con un bastón, bastante bién, a Dios Gracias.
En los tres lugares donde estuve he sido atendido "a cuerpo de Rey". Por lo cual le estoy muy agradecido a tantos como me atendieron.
También agradezco la compañía y el interés de tantos como fueron a verme en los
tres lugares o se comunicaron conmigo por teléfono.
Gracias del alma.
Tengo finalmente, una interpretación muy mía de la significación de mi accidente.
Pues pienso que fue sólo un aviso (me han dicho que Dios no castiga) para que sea,
en el futuro, más compasivo y más cordialmente prójimo.
Esto último puede entenderse mejor si recuerdo unas palabras de Francisco. "En
el atardecer de nuestras vidas seremos juzgados por la ternura y la proximidad
con los más débiles".
Un abrazo,
Tiberio
Mayo, 2015
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