Lo de los niños de Centroamérica cruzando Méjico y la fontera Americana del Sur, solos o acompañados; con coyotes o sin coyotes; con los demás riesgos y peligros de la nocturnidad, el trato con desconocidos, las temperaturas, la paciencia de los que guardan la frontera de su país, etc., esto, no tiene nombre.
Digo, no tiene nombre todavía. No se había visto antes
nada parecido. Se sabe que muchos de esos niños o adolescentes tienen ya aquí sus padres o alguno de ellos,
y que estos han financiado la aventura de los pequeños.
Huyen de sus paises. Primero los padres y luego los niños. ¿Que está pasando? No creo que, solamente, funcione la creencia de que aquí se encuentra facil un trabajo bien pagado. Esto podía ser antes del envío al extranjero de las factorias, de las cuales, muchas por cierto, fueron a parar a Cerntroamérica.
Tiene que haber otros motivos, para que sin importar los riezgos, la gente quiera abandonar su país.
I R S E.
Algunos mencionan las Maras, agrupaciones de jóvenes delincuentes que los gobiernos no han podido ni pacificar ni eliminar. Lo cierto es que antes de estas pandillas hubo guerrillas y ejércitos combatiendo esas guerrillas. Y, por supuesto, muchos muertos y muchos asesinatos. La violencia es ya vieja en esos paises de pintorescos volcanes, lagos de ensueño y fértiles y bellos valles. Y no digamos nada de sus bellezas arquitectónicas de la época colonial.
Se habla también de la corrupción. O mejor dicho de su drástico crecimiento. Porque allí, corrupción siempre hubo. Según parece, la presencia del tráfico de drogas la ha desbordado y complicado.
"Faltan hombres para tanta tierra" decía Pedro Mir, en años anteriores a la Penicilina. Después de ese gran descubrimiento y la aplicación de otros antibióticos,
en esos "pobres" paises, la población se ha duplicado tras cada nueva generación. Faltan escuelas y maestros para tantos niños. Faltan empleos, viviendas, electricidad y agua corriente, y falta tierra para tanta gente. Y como falta todo, también se ha desbancado bastante ese delicado asunto de la paternidad y la familia.
Así pienso, que los hombres salidos de ese tan dificil ambiente socioeconómico y cultural rara vez se acerquen a ese padre descrito por Andres Eloy Blanco en "Los Hijos Infinitos", que tan bien recitaba mi amigo Frank Adolfo.
Un abrazo,
Tiberio
Julio, 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario