Bill Cosby, y yo, y pienso que también algunos otros más, en la cruz. Sí, como todos saben, el gran artista negro, ya bastante viejo, está siendo acusado, de abuso sexual, por mas de siete mujeres. La última es Michelle Hurd, actriz de la serie "Law and Order'. Esta acusa a Cosby de "inapropriate touching". Otras mencionan el término "rape" (que a mi me hace gracia, por el parecido de este término con aquel otro con el que los dominicanos mencionan eso que ahora describen como "hacer el amor", que en buen español se llama coito, cuando es consentido y estupro, cuando no. Por supuesto, en este ultimo caso seria una insensatez mencionar la palabra amor).
Cosby defiende su derecho a no hablar del asunto. Pero, como cualquiera puede imaginar, el gran cómico debe sentirse clavado en una cruz. Quizás no con una lanza al costado. Porque puede ser que su esposa e hijos comprendan y perdonen sus juveniles errores. Pues parece se trata de aventuras de hace treinta o mas años.
A mi, ninguna mujer me acusa como a Cosby. Pero hoy, en un retiro de Adviento al que asistí en la Capilla de la Altagracia, cantaban esa canción de Rogers, "Todo lo poco que soy". Y me impresionó, mas que en ocasiones anteriores, ese verso que dice:"Todo el amor que manché con mi egoismo". Pues se trata, amigo lector, de una canción de arrepentimiento.
Una muy sincera canción de arrepentimiento. Sí, y no solamente pensé en el caso de Cosby. Y en el caso de aquel candidato a Presidente en la campaña del 2012. Sino que también pensé en mi y en lo que pudieran meditar otros hombres de mi edad o menos viejos que yo, y tampoco acusados formalmente por mujeres, pero con algunos recuerdos molestos de un pasado non santo.
Un abrazo,
Tiberio
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