Hace algunos meses escribí dos largas descargas con este título. No, no voy a repetirlas. Se trataba en ellas de lo que yo consideraba una necesidad en esta ciudad.
Un cementerio para los pobres. Si, un lugar poco envidiado por los "developers",
donde se enterraran los pobres, en una pobre cajita, con una pobre cruz de madera, con un nombre, quizas con el que fueron bautizados, y dos fechas. Eso no más. Pero, enterrarlos.
Y, usted, si no está muy enterado de estas cosas, se preguntará: ¿ y no los entierran?
Pues NO. NO LOS ENTIERRAN. Hace tiempo que los pobres no se entierran en Miami.
Y hay dos clases de pobres. La primera clase es la de los menos pobres, que ellos o algún familiar, paga para que lo quemen. Y luego, algunos inventan románticas novelas con el destino de las cenizas (que tampoco se sabe si eran del difunto). Que si al Altántico para que las aguas las lleven allá donde nacieron.
Que si a otro sitio, etc.
Los del Segundo grupo de los pobres son estos de los Servicios Privados.
Hoy, martes 3 de febrero del 2015, en el página 4B de El Nuevo Herlald,
aparecen, en un total de once defunciones cuatro son Servicios Privados.
A estos pobres seres humanos que murieron en Miami sin pagar, a plazos,
una tumba en un Cementerio, ni pagaron para que lo quemaran. NI LOS ENTIERRAN... NI LOS QUEMAN. ¿ Qué hacen con ellos?
Si quiere saberlo, tómese el trabajo de averiguarlo, como lo hice yo.
Un abrazo,
Tiberio
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