viernes, 11 de abril de 2014

Cuando yo sea grande voy a ser como mi papá

Cualquier persona con algún trato con niños puede haber escuchado, mas de una vez, esta expresión.
En Dominicana, durante el gobierno de Antonio Guzmán, un programa de la Primera Dama diriguido a los niños de la calle, la usaba en un anuncio por la radio, precisamente en la voz de un niño.
Y, ahora recuerdo, aquello que decía el Dr. Antonio Zaglul de los niños que crecían sin la sombra del padre, es decir, criados sólo por su mamá. Decía el grande hombre dominicano que fué Zaglul, que esos niños, muy probablemente resultarían homosexuales.
 
Yo no sé si Zaglul dejó algo escrito al respecto, pues no he tenido la suerte de conseguir alguno de los libros que de él se han publicado. Tampoco estoy seguro si esas afirmaciones suyas las escuché de él en alguna entrevista que le hiciera en mi programa de radio, del pasado siglo.
      
Pero a mi me es muy fácil entender que en la familia extendida, cuando faltaba el padre, siempre había un tío o un abuelo o algún otro hombre de la familia en quien el niño podia mirarse. E imaginarse hombre. (Yo me miraba en mi padre, apacible y bueno, y en mi tío Millo, macho a caballo).
 
No ocurre así en la mayoria de las familias de hoy, generalmente "unicelulares". Cuando falta el padre, el niño queda a la sola sombra de la madre. De ahí que este niño no pueda soñar diciendo: cuando sea grande yo voy a ser como mi papá.
 
Hay casos extremos cuando ni siquiera la madre sabe qué hombre dejó en su vientre la semilla del niño. Quiero pensar que estos casos son poquísimos, y que solamente aparecen en esos pseudojuicios de la TV.
 
No creo que Zaglul llegara a afirmar, que esto de las madres solteras era el único origen de la homosexualidad masculina. No, y conocemos otras explicaciones o teorias de este asunto que por ahora no vienen al caso.
 
El papa Francisco ha dicho para los católicos, que, además de rechazar la práctica de la homosexualidad, los matrimonios de homosexuales (se acepta que la pareja homosexual tenga los mismos derechos: herencia, visita a hospitales, etc. pero no que se llame matrimonio), y la adopción de niños, veamos qué podemos hacer en favor de ellos. Yo supongo que a muchos, esto va a parecerle extraño.
 
Sí, a muchos que no conocen este pasaje del Evangelio de Juan: "Al pasar, vió Jesús a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: ---Maestro, ­­¿ quién tuvo la culpa de que este naciera ciego: él o sus padres?. Jesús contestó:----Ni él ni sus padres. Está ciego para que se manifiesten en él las obras de Dios".
 
Es decir, en el Evangelio de San Juan y en las palabras de Francisco, es la hora de la compasión. No la hora de buscar culpables.
 
Un abrazo,
Tiberio

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