martes, 25 de agosto de 2009

...Y no nos dejes caer en tentación...

Esto de la tentación tiene que ver con el libre albedrío.Sin libre albedrío no hubiera posibilidad de pecar, ni tampoco habría la tentación de pecar. Está claro que existe el libre albedrío. Pero, por otra parte la Iglesia dice, "que nadie será tentado más allá de sus fuerzas". Esto podría parecer a alguno una limitación del libre albedrio. Digamos mejor, que es una ayudita de la Gracia Divina ante el cúmulo de circunstancias desfavorables en el camino de la Virtud. Porque "estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la Vida ... y ancho (quizas ahora, con la TV, demasiado ancho) es el camino de la perdición. He leido un viejo texto bíblico, que todavía usa alguna denominación cristiana, donde este versículo del Padrenuestro, la oración que nos enseñó el Maestro, dice: "Y no nos metas en tentación". Admito que esta traducción me produce su poquito de miedo. Porque aunque en la traducción que estamos usando se dice: "no nos dejes caer en...", esto de, "no nos metas en"... parece multiplicar la gravedad del asunto. De todos modos, con fé y humildad, y con disciplina, como el centurión de la historia evangélica, yo sigo. Y muy confiado agrego... "Y líbranos del mal. Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, por los siglos de los siglos". Amén.

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